4Sis live in love [Actualizado]

hahaha si yo tambien me sorprendi
del caracter de Belem xD
del odio nace el amor huhu

Estaba muriendo de sueño. Sí, era verdad, el ensayo –como dijo Paloma –había sido muy bueno, no podía esperar por ver el show completo y real; y no era que me gustaran ellos, bueno, feos no eran ni por si acaso, pero en casa estaba harta de su música y era algo como “anti-DBSK” por lo que tenerlos cerca no era la 8va maravilla del mundo.
Lo que sí me estaba gustando de todo esto era el chico alto y tierno que caminaba ahora junto a mí mientras nos llevaban –según Nyzia –a un lugar donde poder descansar.
-¿Tienes mucho sueño? –me preguntó el chico, al que Nyzia y Paloma llamaban Max.
-Sí, es que no he podido dormir hace mucho rato.
-Lo comprendo. –Me dijo asintiendo mientras doblábamos por un pasillo iluminado por el suelo. –Tu hermana se desmayó porque el idiota de Yunho le dijo que no podía dormir hasta que saliéramos en un programa de televisión.
-¿En serio?
-Uh-uh, pero ella se desmayó después. Aunque luego durmió mucho.
Yo lo miré y le sonreí. No es que coqueteara como pienso que debió creer Paloma cuando me vio haciendo este gesto. Era solo que no me ocurrió nada mejor que hacer para responderle. Nada más que eso; no me gustaba que mis hermanas pensaran que yo era una fresca porque no era así. No era mi culpa que tuviera una personalidad tan atrayente…
La habitación a la que los chicos nos llevaron era muy grande y tenía hartos futones (colchones delgados en el suelo, cama típica japonesa) en donde me derrumbé luego de despedirnos de los chicos. No tuve ánimos de nada más; quería dormir y de paso ver si soñaba con Max, que más que mal era muy lindo y cantaba como yo. El sueño llegó muy pronto y lo último que escuché mientras mis hermanas conversaban de lo que acababa de pasarles fue:
-Creo que lo mejor es no hacerme ilusiones, sólo me tomó la mano…
Nyzia siempre se pasaba rollos con chicos… esperaba que este por lo menos tuviera algo de realidad.
La cama era muy cómoda, y aunque no acostumbraba a dormir en el suelo me pareció genial copiar las tradiciones japonesas ya que estábamos en ese país… Dormí a “pata suelta” como dirían en mi país. Y cuando me desperté tres horas más tarde Belén aun no nos había ido a buscar para el concierto. Me enderecé en el futón y observé como Nyzia y Paloma seguían durmiendo como si la bulla que había afuera no existiera, porque sabía que me había despertado al escuchar miles de voces gritando en algún lugar no muy lejano. Bostecé y me estiré para sentirme más cómoda; me levanté del futón y supe que tenía mucha hambre. Iría a buscar a Belén ese mismo instante porque mi estómago rogaba por alguna ración de comida. Me acerqué a la puerta muy lentamente para no despertar a mis hermanas y salí de la habitación sintiéndome muy desorientada al ver a tantos japoneses corriendo de un lado para otro. No sabía qué hora podía ser y tenía miedo de perderme. Miré hacia todos los lados posibles tratando de recordar por dónde había sido que los chicos nos habían traído y me dispuse a caminar.
-¡Daniela! –oí la dulce voz de mi hermana Belén. Venía muy contenta conversando con Max. -¿Ya te despertaste?

-Uh-uh –le respondí mientras saludaba a Max. De seguro que no debía verme muy bien dado que recién venía despertándome. –Hay mucho ruido –me quejé cuando Belén entró a la pieza a ver a mis otras hermanas.
-Sí, el concierto empieza en una hora más y está todo lleno afuera –me contestó Max.
-Eso es bueno –le dije yo tratando de peinarme con las manos. Me enojé por no andar con mi bolso en donde siempre llevaba un espejo y perfume por cualquier cosa; habíamos salido tan rápido que no andaba con nada de eso encima. –Tengo hambre… -le dije a Max sin saber porqué, pero él me sonrió y se señaló a sí mismo.
-Yo también.
-Tú siempre estás comiendo –escuché que dijo Belén prendiendo las luces de la habitación mientras despertaba a las niñas con esa manera tan suave suya.
-¡Ahhh! Un poco más, no cuesta nada… -se quejó Paloma. Nyzia en cambio se cubrió la cara con la frazada y se movió hacia otro lado.
-¡Arriba! ¿No me digan que quieren perderse el concierto?
En un dos por tres mis hermanas se levantaron de los futones y declararon estar listas. Belén sonrió –al parecer andaba mucho más feliz que esa mañana –y nos guió junto a Max hacia el camarín en donde estaban los otros.
-Tengo hambre –le dije a mi hermana mayor.
-Sí, yo también… -Nyzia se acercó a nosotros. Paloma en cambio se quedó rezagada mirando todo a su alrededor…
-En el camarín hay comida de sobra –nos dijo Belén.
-Sí, el exquisito ramen… -vi a Max lamiéndose los labios. Me reí de su gesto y Nyzia también.
-Sí, súper rico… -dijo Belén sarcástica. Nyzia frunció el cejo y me apresuré a explicarle a mi hermana de lo que hablábamos.
-¿Tu has comido eso? –le preguntó Nyzia a Belén.
-Sí, y no es malo, pero es como raro…
-Bueno, yo lo probaré, con el hambre que tengo como lo que sea… -dije yo.
-¡Anono! –Gritó Belén, -Te quiero aquí, ¡no vayas a perderte!
Paloma la miró de la misma manera altanera que lo hacía mi hermana mayor y no le hizo caso. Belén puso los ojos en blanco.
-Allá ella… -dijo levantando los hombros.
Llegamos al camarín en donde los chicos ya se habían cambiado la ropa y se veían muy guapos. Recién entonces me fijé en cómo iba vestido Max y tragué saliva al ver que el chico no era nada de flaco y tenía más músculo de lo que se veía a simple vista. Me indicó con una sonrisa la mesa de comida y con mis hermanas me lancé a comer lo que había.
Bueno, el ramen no era tan malo como había dicho Belén, pero no era de mi total gusto, lo que sí me gustó fueron los fideos y la carne asada… creo que era la primera vez que comía así de rápido.
-Tenemos que guardar energías para gritar –oí que decía Paloma a Nyzia. –Yo me he aguantado, pero al ver a Hero así, casi me muero.
-Me dices a mí… Mira a Xiah, se ve pero muy…
-Rico. –Completó Paloma y ambas se rieron.
Max se acercó a la mesa e iba a comer algo pero U-Know no lo dejó y lo retó diciéndole algo en coreano que sonó a que ya había comido mucho o algo así. Entonces las luces comenzaron a parpadear y el grito que llegó desde las afueras del escenario me dejó muy sorda.
-Quedan menos de treinta minutos –nos dijo Belén.
En ese momento entró corriendo un señor con cara de preocupación y le dijo algo a U-Know. Él por su lado miró a mi hermana y a los chicos.
-¿Qué pasa? –preguntó Nyzia.
-Falta la persona que haga el dueto con Junsu –le dijo Belén.
-¿Cómo el dueto? –preguntó Paloma que poco sabía de estas cosas.
-La persona que iba a cantar con él en su solo –le explicó.
La habitación estaba completamente en silencio. U-Know se sentó en el sofá muy preocupado mientras Max se acercaba lentamente a la mesa de comidas con un semblante también de preocupación. Micky lentamente se acercó a mi hermana mayor y Xiah, bueno él parecía perdido. Hero en cambio se sentó frente al espejo y siguió arreglándose el pelo.
-¿No dijiste que tus hermanas cantaban? –dijo de pronto él. Miré hacia el lado en que Hero se peinaba y luego a Belén.
-¿Yo…eh? No he dicho tal cosa…
U-Know se puso de pie y se acercó a mi hermana.
-¿Quién canta? –Belén retrocedió nerviosa.
Yo en cambio apunté rápidamente a Nyzia.
-Ella –dije.
Nyzia me miró sin entender nada y ladeó la cabeza. U-Know se acercó a ella y se agachó.
-¿Puedes cantar?
-¿Eh? –preguntó ella que no entendía nada.
-Que si puedes cantar –le traduje yo. Nyzia miró a Belén la cual parecía perdida al igual que Xiah que en ese momento no escuchaba nada de lo que decíamos.
-¿Yo? Bueno, eh… o sea….
-Ella canta –le dijo Belén a U-Know, -pero no sé si pueda hacerlo con Junsu, ella no sabe hablar japonés, ya puedes notarlo.
-Pero la canción no es hasta dentro de 45 minutos, -U-Know se acercó a Belén -¿puedes decirle… por favor? Pídele que cante con Junsu.
Nyzia miraba hacia todos lados muy confundida mientras Paloma muy sutilmente se iba acercando al lado en donde Hero se estaba peinando. Yo me acerqué a mi hermana y le conté lo que estaba pasando. La pobre dio “el” grito en el cielo diciendo inmediatamente que no, que era imposible, que no estaba preparada y…
-No seas así –dijo Belén acercándose a ella. –Necesitan de tu ayuda y como yo soy la que está a cargo…
-Pero yo…
-Shinny, yo sé que puedes…
-Pero Diri lo hace mejor que yo –me acusó. Yo me volví hacia Belén y negué con la cabeza.
-Ella lo hace mejor que yo, además a mi no me gusta el japonés.
-Por favor Shinny, di que sí…
Mi hermana nos miró a todos y por último posó su mirada en Xiah al cual U-Know estaba poniendo al tanto.
-¿No te molesta cierto? –le preguntó en español. Iba a decirle a Xiah lo que mi hermana le estaba diciendo pero no fue necesario. Xiah se levantó de la silla en donde había estado sentado y se acercó a mi hermana. Se agachó hasta quedar a la misma altura que ella y le dijo en español:
-Gracias.
Belén se rió nerviosa.
-Le enseñé un poco de español a todos mientras ustedes dormían…
-Oh, -dije yo.
-¿Qué haces? –escuché que Hero gritaba.
Todos nos volvimos y lo vimos sosteniendo del brazo a Paloma que se había resbalado con una pasta que había pisado.
-Intentaba ver de qué color tenía el pelo –se disculpó ella.
Belén se acercó rápido a ellos y separó a Hero de Paloma.
-No fue nada Anono, si este es el retrasado que grita por nada –le hizo un desprecio a Hero y llevó a Paloma hacia el sofá del camarín.
-¡Diez minutos! –oímos a alguien gritar.
U-Know le pasó a Belén la hoja con la canción y un mp3 con la música para que mi hermana se lo aprendiera. Por el contrario yo con Paloma fuimos llevadas a la parte más cercana al escenario para ver el concierto. Max se despidió de nosotras con su encantadora sonrisa y Paloma un poco desorientada tomó asiento a la espera de ver el concierto.
La multitud estaba eufórica; los gritos apenas y dejaban que oyera mis propios pensamientos por lo que tomé a Paloma del brazo para tenerla segura junto a mí y rogué porque todo saliera bien.

WOW ESTA GENIAL ESTE FICK

O.O si que lees demasiado rapido xD
haha pronto pondre la conti

ESK M ENCANTA LEER ADEMAS YA LO HABIA LEIDO AYER JEJE

xD hahaha ok ok
pero aun asi hasta para mi es demasiado x.x
haha pero tambien lo eh leido
de hecho este Fic es demaisado largo
no llevo ni la mitad del Fic

WOW ME IMAGINO XD

Estaba apunto de ver un verdadero concierto de DBSK, ¿qué más podía hacer si no gritar? Y aunque Daniela me mirara feo yo no podía hacer nada más. Tenía que sacarme la euforia que tenía dentro y para eso estaban los gritos ¿no? Quería ver a Hero cantando, quería verlo bailando, sudando y haciendo eso que tanto le gustaba. Verlo sonriendo y bromeando en el escenario y por sobre todo quería convencerme de que lo que me estaba pasando no era mentira y yo realmente estaba allí. También estaba nerviosa por lo que iba a hacer mi hermana Nyzia… Yo sabía que ella amaba cantar y esas cosas, pero en frente de tantas personas a sabiendas de que mujer que se acercaba a los chicos era una mujer odiada por el resto de su vida, tal y como ellos lo dijeron en los programas de televisión. Tenía miedo de que terminaran abucheando y pifiando a mi hermana porque eso sí, podían muy bien ser los DBSK y toso eso, pero con mis hermanas nadie se metía.
Cuando la cuenta regresiva comenzó y en la pantalla en el fondo del escenario el contador comenzó a retroceder en números grité como loca. Daniela bufó exasperada por mi repentino ataque de histeria DBSKciana, pero yo sabía que ella estaba tan ansiosa como yo luego de entablar esa rara y repentina cercanía con el miembro más joven del grupo.
-¡Nana! (Siete) –Gritaron todas… y yo también por supuesto, -¡Roku! ¡Go! ¡Chi! ¡San! ¡Ni! ¡Ichi!
Las luces se apagaron de pronto y el sonido del bombo de una batería comenzó a sonar desde alguna parte del escenario. Sabía que por estar en Japón el espectáculo sería diferente al que había visto por DVDs de Corea, pero no por eso iba a ser más malo. Las fans japonesas y yo incluida, gritamos a más no poder hasta que vimos que ellos salían desde debajo del escenario tal y como yo y Daniela los habíamos visto vestidos antes.
-¡Son ellos! –grité yo. Daniela puso los ojos en blanco pero rápidamente comenzó a buscar a Max con la mirada.
Yo, por mi parte –y claramente –busqué a Hero y lo localicé como siempre en el medio del grupo. Comenzaron con la canción Survivor, con la que traté de cantar a penas. No podía ni imaginarme todo lo que debía estar sufriendo mi hermana detrás del escenario aprendiéndose la letra de su canción con Xiah.
El baile les salió perfecto y como no de tanto ensayo que tuvieron esa misma tarde. Sé que debí apreciar todo el show como espectadora y no concentrarme sólo en una persona, pero me era imposible despegar mis ojos de Hero porque apenas podía creer que lo tuviera allí sin contar lo cerca que había estado hace sólo unos momentos cuando quería ver si de verdad estaba ahí conmigo. Aunque el haberlo tocado en el auto y verlo mientras Max nos llevaba al lugar donde podíamos dormir me había dado la vaga impresión de que no estaba soñando, tenía que saber que de verdad y realmente lo tenía allí y podía verlo todo el rato que yo quisiera. Lástima que me tropecé con una pasta que había en el suelo y me resbalé, la suerte fue que él me agarró fuerte del brazo y aún podía sentir sus dedos alrededor de mi antebrazo. Mala suerte fue que yo gritara para luego sentir a mi “dulce” hermana separándome de él y diciendo algo que no entendí.
-Max se ve muy lindo… -oí susurrar a mi hermana a mi lado contemplando absorta los movimientos de los chicos al bailar.
-¡Já! –Le dije yo pegándole en el hombro, -Hero es el más lindo…
Daniela asintió como tonta sin dejar de mirar hacia el escenario. Era muy raro verla así acostumbrada a notarla bastante lejana a nosotras y muy contraria a mis gustos personales en lo referente a hombres. La pobre parecía perdida entre tanta testosterona y yo estaba muy feliz entre ella –por no decir acostumbrada.
Luego de Survivor, se apagaron las lucen nuevamente y se escuchó la computarizada voz que anunciaba sin dudas que la canción siguiente era Are U a Good Girl? Del álbum de Mirotic, yo sabía que los movimientos de baile en esta canción iban a dejarme sin aire por lo que me apresuré a tomar a Daniela del brazo temiendo que reclamara pero sorprendiéndome de la manera en que ella me aferró la mano a mí.
-¿Es en esta canción en donde hacen esos pasos medios sexys? –me preguntó sin mirarme y comprendí que no le gustaba aceptar que había visto partes del concierto con nosotras en casa. Le sonreí.
-Claro, vas a morir, Max tiene una muy particular forma de moverse…
La pobre dio un respingo y se quedó pegada viendo hacia el escenario. Y así se pasó todo el rato. En momentos me preguntaba cosas típicas de quien no sabe nada acerca de ellos pero yo era feliz contándole lo que sabía aunque quería estar más tiempo pendiente de Hero. Iba a quedar afónica si ellos seguían provocándonos como lo hacían y luego iba a pedirle a Belén que los regañara por ser tan sexys.
Siguió luego la infaltable canción Rising Sun con la que por supuesto también morí y luego Darkness Eyes del disco anterior. Comencé a notar que el tiempo estaba pasando y que ya sería hora de que mi hermana saliera al escenario, estaba con miedo y muy nerviosa. Daniela me miró dándome a entender que estaba tan preocupada como yo y ansiosas volvimos la vista al concierto para darme cuenta de que Max miraba a Daniela al momento de cantar y notar que ella casi se desmayaba en ese momento. Qué suerte la de ella, Hero estaba al otro lado del escenario en ese momento y no podía verlo muy bien. Max seguía mirando a Daniela y ella sonreía tontamente con lo que más picada me ponía.
-Oh, -oí que dijo Daniela, -mira.
Su brazo apuntaba hacia el escenario y yo fastidiada miré pensando que de nuevo iba a mostrarme a Max mirándola, pero con un chillido y las manos en mi boca de pura sorpresa vi como Hero estiraba la mano hacia mí, (no supe cuando se había acercado a nosotras) y con esos ojos tan orientales que amaba me decía que le tocara la mano.
Estiré mi brazo, nerviosa, y cuando sentí sus dedos tocando mí piel creo que sufrí un colapso porque de pronto ya no sentí la música ni a mi hermana a mi lado con una sonrisa ni los gritos de las fans pidiendo la misma atención ni nada de eso. Era sólo mi mano con la de Hero y nada más.

waaaaa ecien lo leo y me encanto!!!! espero lo sigas subiendo y si hay algun chilenismo o frase ke no se entienda no duden en preguntar xd gracias por subirlo espero los demas capos xd

Yo no era buena para esto, no, no y no. Y me fastidiaba enormemente que Belén se enojara conmigo por no aprenderme la letra de la canción que estaba frente a mí.
-Además no sé de qué se trata –me quejé. –Sabes que no puedo cantar algo si no sé lo que estoy hablando.
-Pero mira –me dijo Belén apuntando la misma palabra que me había mostrado al principio, -Aquí dice “Ai” que significa amor, no puede ser una canción mala si dice amor, ¿o sí?
-Claro, si se puede. Puede ser un mal amor, quien sabe…
-Ay ya córtala Shinny, -me gritó ella. –Por favor, piensa en que la vas a cantar con Junsu.
-Por eso es que no quiero hacerlo, -le dije yo mirando hacia otro lado evitando ponerme roja. -¿Y si me pongo muy nerviosa al verlo tan cerca de mí?
-Por Dios, si nada te va a pasar –me repitió por enésima vez ella. –Te la aprendes, cantas y nada más.
-Claro, como si fuera tan fácil.
Ella se agachó y se arrodilló delante de mí.
-Por favor Nyzia, por favor. Hazlo por los chicos, no tienen a nadie para esta parte. Te lo pido.
-Mm –la miré sintiendo mis irreprimibles ganas de ayudar a los demás y con un suspiro asentí.
-¡Esa es mi hermana! –exclamó alegre levantándose del piso.
-¿Cuánto queda?
-Quince minutos, según Yunho.
-¡Iuch! –dije para darme ánimos. Había escuchado esta palabra al ver a Maki Horikita en Hana Kimi cuando tenía que darse ánimos para seguir disfrazada de hombre al ser ella mujer.
La canción era lenta, lo que me ponía más nerviosa y muy linda. Apenas podía creer que la iba a cantar con Xiah y menos en frente de todas aquellas fans. Estaba apunto de meterme de forma abrupta en la boca de los leones.
Memoricé como loca las sílabas japonesas mientras escuchaba por duodécima vez consecutiva la melodía con la linda y precisa voz principal de Xiah. Belén se paseaba a mi lado nerviosa con lo que me ponía mas nerviosa de lo que estaba. Miré la hora en el reloj encima de la puerta de entrada y me di cuanta de que ya no quedaba nada de tiempo.
Hace casi diez minutos habían entrado dos estilistas japonesas que según Belén me arreglarían para salir al escenario, me pusieron ropa muy linda (y de mi total gusto) y me peinaron de una manera que no creí posible.
-¡Te ves muy bonita! –me dijo Belén cuando me vio de pie frente a ella lista para salir a escena.
-¿Tú… tú crees? –dije volteándome para mirarme de nuevo en el espejo.
-Por supuesto hermana, Xiah va a morir cuando te vea.
La puerta se abrió y entraron cuatro de los cinco miembros del grupo. Supe por instinto que ya era hora. Yunho se acercó a mi hermana y le dijo algo. Belén por su parte asintió y me tomó de la mano.
-Nos vamos. –Me dijo.
No le recomiendo a nadie los retortijones que sentí en ese momento pues pensé que no podría salir de lo mal que estaba.
-Belén, ¿estás segura de que yo… de que podré hacerlo bien?
-Segurísima hermana, -me dijo ella sonriendo.
Caminamos rápido por un pasillo hasta que llegamos a un rellano en donde se veía por completo al público pero ellos no a nosotras.
-Están dando un video ahora, -me explicó mi hermana. –Cuando griten ellas aparecerá Xiah desde el otro lado, entonces estirará la mano y tú tendrás que salir.
-¿Y si me pifian?
-Pues haces oídos sordos, -me dijo ella como si nada. La miré con recelo. –Vas a estar con Xiah, por el amor de Dios, que no te importe lo que un montón de japonesas locas pueda decir, además, no creo que lo hagan… son bastante respetuosas.
Apreté los labios para no decirle lo que realmente pensaba y me quedé mirando el otro lado del escenario por si podía ver a Xiah. De pronto las luces se apagaron y el grito que llegó desde el estadio fue ensordecedor. Una luz blanca se posó sobre una figura masculina que avanzaba lentamente a través del escenario mientras la ya muy conocida canción para mí comenzaba a sonar. Belén me tomó de la mano y comenzó a respirar más rápido de lo que yo misma lo hacía.
Sentí que mi corazón latía a más no poder cuando vi la mano de Xiah invitándome a avanzar. Tragué saliva sin poder moverme.
-¡Avanza! –me empujó mi hermana.
-No puedo… -le dije yo. Entonces la muy “suave” de mi hermana mayor me empujó bruscamente y aparecí en el escenario bajó un murmullo que me llegó a pesar del alto volumen de la música. Cerré los ojos y decidí no prestarle atención a nada más que no fuera a la persona que estaba frente a mí en esos momentos.
Xiah seguía con su mano estirada, la que tomé sin duda cuando llegué a su lado. El micrófono en mi mano estaba muy bien asegurado y el miedo que pude haber sentido antes se había convertido en adrenalina lo que por lo menos –sabía –iba a hacer que todo me sucediera de manera amortiguada y que saliera bien, que era lo importante.
Xiah se acercó el micrófono a sus labios y comenzó a cantar sin despegar los ojos de los míos, lo que en ese momento alejó de mí los nervios y me dio más seguridad. No podía creer que momentos antes hubiese dudado acerca de si hacer eso o no, porque ahora sabía que no podía haber algo mejor que esto que me estaba pasando ahora.
Mi parte de la canción comenzó como lo había ensayado y gracias a Dios no se me olvidó nada. Xiah me miraba directo a los ojos cuando canté y noté que había un brillo distinto de cuando la canción recién había comenzado. Me dolía el pecho, pero no era un dolor molesto, al contrario, era bastante agradable sentir esa sensación de que el pecho de apretaba, de que apenas podías respirar y de que tenías ganas de reír a cada rato. Y por supuesto que lo hice, le sonreí a Xiah en varias ocasiones sin despegar mis ojos de los suyos y él también me respondió la sonrisa por lo que supe que a pesar de no entendernos con palabras nuestros ojos y gestos hablaban por sí solos. Tal vez no entendiera nada de la letra, tal vez no supiera nada de inglés como Daniela o Belén, tal vez siempre tuviera mala suerte, pero ese momento fue tan mágico que estoy segura –y no es para nada por pasarme rollos –que Xiah también debe haber sentido lo mismo que yo.
La canción continuó y yo hice la segunda voz en el coro final mientras mis ojos no se despegaban de los de Xiah que de vez en cuando tenía que mirar hacia el público que cuando terminamos no abucheó ni nada de eso, si no que aplaudió como si los que hubieran estado en el escenario en esos momentos hubiesen sido los DBSK en persona y no solo una extraña extranjera cantando con el chico más lindo que hubiera visto en la vida.
Xiah me tomó de la mano más fuerte cuando la canción terminó en definitiva y me fue a dejar a donde mi hermana me estaba esperando. Creo que todavía no asimilaba muy bien lo que me había pasado porque era como ver a Belén y no verla porque cuando cerraba los ojos al parpadear veía las pupilas de Xiah en mi mente y no había manera de que se salieran de mi retina… aunque si bien al caso, tampoco quería
-¡Te salió muy bien! – me dijo Belén abrazándome mientras yo volvía mi vista hacia atrás para ver como Xiah se sacaba la chaqueta y se ponía otra mientras los otros miembros del grupo comenzaban a aparecer en el escenario.
-No desafiné en ninguna parte ¿cierto? –pregunté.
-No, por supuesto, y sabes que yo noto eso, porque tengo mi oído musical y…
-Sí, sí claro, -la interrumpí. –Cómo olvidarlo, tú y la música.
Belén me dedicó una sonrisa divertida y seguimos camino al camarín.
-¿Cuánto dura el concierto? -inquirí con ganas de salir a mirar lo que hacían porque verlo por la pantalla que había en el camarín no era lo mismo.
-Mm, -Belén miró la hora en el reloj de la puerta y calculó. –Creo que una media hora.
-¿Puedo ir a verlos?
-Sí, claro, vamos. –Me dijo ella tomándome del gancho (brazo) y fuimos al escenario.
Estaba muy feliz con todo lo que nos estaban pasando, y apenas podía creer que fuera real, pero verme al lado de mis hermanas y notar como Paloma gritaba mientras de manera muy rara se sostenía la manos derecha, ver a Daniela con la sonrisa a flor de piel mientras no le quitaba los ojos de encima a Max y ver a Belén de tan buen humor no hacían más que confirmarme la idea de que Dios existía.

Como yo había dicho, el concierto sólo duró media hora más. Me hubiera gustado verlo completo y tenía envidia de Daniela y Paloma, por no decir de Nyzia que había cantado con Junsu, pero estaba feliz por ellas y no me arrepentía de haberme quedado ayudando a Nyzia con su canción.
Luego de que el concierto se diera por terminado con la canción final Love in the Ice llevé a mis hermanas rápidamente al camarín no fuera que las fans japonesas nos vieran y metieran a los chicos en problemas. Me acordé de haber visto mi imagen en televisión cuando estaba en el hotel pero habían pasado tantas cosas que no le presté atención a eso ni a lo que quería preguntarle a Yoochun. Además eso también tenía que esperar ya que los chicos debían estar muy cansados luego del concierto.
-¡Wow! –escuché la voz de Jae cuando entraron en el camarín. –Ese solo te sale cada vez mejor Junsu.
-Sí, y esta vez no desafinaste –le respondió él. Jae lo miró con una sonrisa picada.
-Qué malo eres –le dijo. Yunho entró entonces y antes de cualquier cosa se acercó a mi hermana Nyzia y le dio las gracias. Creo que Nyzia no necesitaba que le tradujeran lo que él le estaba diciendo porque era algo más que básico y además se notaba a millas que el líder estaba muy agradecido.
-Ah, una buena comida nos vendría bien –dijo Max sentándose junto a Daniela.
Sentí el impulso de sacarlo a patadas de allí pero ver que Daniela le sonreía me lo impidió. Paloma en cambio miraba a Jae como si el tipo fuera poco menos de que una deidad y eso sí me dio rabia.
-Paloma, ¿no tienes sueño? –le pregunté acercándome a ella y tapándole la vista de Jae mientras éste nos miraba a ambas.
-No, -dijo moviendo su cabeza para seguir mirando a Jae.
-Pero si no has dormido nada –le dije moviéndome para que no mirara a al idiota ese.
-Oye Belén, -me dijo levantándose. -¿Puedes dejar de moverte y hacerme un favor?
La miré con recelo pues no se me ocurría qué favor podía pedirme.
-Uh-uh, ¿qué quieres? –le pregunté entrecerrando mis ojos.
-¿Puedes preguntarle a Hero –dijo ella muy bajito, -por qué me dio la mano en el escenario?
-¿Qué Jae qué? –inquirí indignada. Paloma estaba roja y yo también, pero de rabia. No esperé su respuesta y me volví para enfrentar a Jae que en ese momento nos estaba mirando.
-¡Belén no! –exclamó Nyzia pasando por el lado de Xiah y poniendo sus manos en mi hombro.
-¿Qué no escuchaste? ¡Este idiota le dio la mano a mi hermana!
-¿Qué pasa, niña? –inquirió Jae acercándome a mí. Nyzia le dijo con la mirada que no era muy buena idea lo que estaba haciendo, pero él no le hizo caso.
-Tú… -le dije con mi dedo acusador y quitándome las manos de mi hermana de encima. –Tú…
-Cálmate.
Sentí la tranquila voz de Yoochun detrás de mí y sus manos en mi hombro.
-Vamos, Belén, calma… No sé lo que está pasando, pero tienes que calmarte…
-¡Tú! –dije esta vez apuntando a Yunho. –Tú vas a hablar seriamente con este…este…como se llame.
-¿Qué te pasó? –preguntó Yunho acercándose a mí sin dejar de mirar las manos de Yoochun en mi hombro.
-Le vas a decir a Jae que se aleje de mi hermana.
-¿Y si no quiero? –inquirió Jae.
-¡Dile! –le exigí a Yunho. El líder miró a Jae y negó con la cabeza.
-Ya basta Jaejoong, -le dijo. –Suficiente.
Me quité las manos de Yoochun de encima y me senté al lado de Paloma la cual me miraba con cara de entender algunas cosas y otras no.
-No te vas a acercar a ese tipo ¿ok?
-Pero yo… pero…
-¿Me oíste?
Nyzia me quedó mirando con esa cara de “córtala, ¿vale?” Daniela por su parte puso los ojos en blanco como diciendo “ya le dio la histeria otra vez” Y Paloma, bueno ella tenía los ojos con lágrimas –como siempre –y me miraba sin entender aún mis palabras.
Yo no era mala, pero tenía que cuidar a mis hermanas y si eso me llevaba a enojarme con ellas. Bueno, así tendría que ser.
Paloma luego de quedarse callada un momento me lanzó una mirada de odio que me dio escalofríos mientras mis otras hermanas hacían lo mismo. ¿Qué?, no iba a arrepentirme por lo que había hecho, ellas no entendían lo que era ser la hermana mayor, lo que era tener que preocuparse de todo y de todos, no entendían nada…
-Vámonos a casa –oí que Max dijo.
Todos estuvieron de acuerdo y yo sólo moví la cabeza. Yoochun me miró preocupado pero yo negué con la cabeza para tranquilizarlo y moví la mano de forma displicente. Esperé a que todos salieran primero y luego lo hice yo. Yoochun me esperó pero yo no le dije nada, no iba a hablar de estas cosas porque no lo entendería de ninguna manera. La mirada de mis hermanas había quedado grabada en mi retina y eso me dolía en el pecho.
La Van nos esperaba en la parte trasera del estadio, lejos de las fans que aún no salían puesto que aún quedaba un grupo que se presentara esa noche.
-¿Quién viene? –preguntó Daniela.
-Arashi –le respondió Max. Paloma se detuvo en seco y le preguntó a Daniela de qué hablaban, ella le respondió. Paloma iba a mirarme pero desvió rápidamente la mirada hacia Nyzia.
-¿No podemos quedarnos? Es Arashi… Jun…
Vi a Hero detenerse frente a la Van para mirarla y luego mirarme a mí que no emití comentario alguno. Nyzia negó con la cabeza y subió a la Van con la ayuda de Junsu que le dio la mano. Genial, todo el mundo se divertía y yo, amurrada por la vida y odiada por tener que ser pesada…
-No subas –me detuvo una mano.
Me volví hacia atrás y vi a Yoochun sonriéndome. Entrecerré los ojos sin entender. Yunho pasó a mi lado pero se detuvo al verme a mí parada y no entró a la Van.
-¿Qué, no van a subir? –inquirió con sospecha.
-Voy a llevarla a algún lugar… -le dijo Yoochun. Yunho me miró a los ojos de una manera que me hizo sentir cohibida. Desvié mis ojos de él y miré a Yoochun.
-¿No, no estás cansado? –le pregunté extrañada.
-Es temprano –me dijo él encogiéndose de hombros. Yunho se acercó a él con el cejo fruncido.
-Yoochun, no puedes salir así como así, sabes que…
-Le diré a Hikori que me traiga el auto. No te preocupes por mí Yunho.
-Pero…
-Déjame ir con él –le pedí al líder.
La verdad es que no tenía ganas de quedarme con todos en la casa. Me venía de lo más bien un paseo, en especial con Yoochun que era con quien me llevaba más bien. Yunho tragó saliva y se acercó a mí tan rápido que no noté cuando estaba lejos de Yoochun, en el otro lado de la Van.
-¿Por qué quieres ir? –me preguntó aferrando mis hombros de manera muy extraña.
-Pues… porque… ya sabes… quiero salir.
-¿Y tus hermanas? –Yo desvié la mirada a propósito.
-Ellas estarán mejor solas que conmigo, al menos por ahora.
-Pero…
-Ya vale ¿ok? Tú no eres mi padre, muévete.
Me deshice de su agarre y me fui junto a Yoochun que me sonrió. Le dije que no había problema y que saldría con él. Asintió mientras se apresuraba a marcar un número por teléfono y hablaba japonés de manera muy fluida.
-Yo voy a llegar más tarde –dije sin ánimos por la ventana mis hermanas. Paloma entrecerró los ojos de pura injusticia.
-¿Y así me dices que no puedo juntarme con él? –inquirió casi gritando señalando a Jae.
-Como sea, -le dije yo sin ánimos de contestarle. Me voy. Nyzia hazte cargo de todo y Daniela… ayuda con la comunicación ¿ok?
Las niñas me miraron y no dijeron nada por lo que saqué mi cabeza de la ventana un poco más tranquila. Yunho me miró a los ojos de manera muy impropia y entró a la Van. Yoochun entonces llamó mi atención con un suave golpe de hombro y me pidió que lo acompañara.
-Eh, claro. –Le dije sin poder sacar la última imagen de la Van antes de partir: Nyzia mirándose muy raro con Junsu. A Max, obviamente junto a Daniela y a Paloma con su mp4 escuchando música con notables ganas de llorar. Bueno gracias al cielo Jae estaba lejos de ella escuchando mp4 también, así que por eso no iba a preocuparme. Yunho en cambió se quedó mirándome a través del espejo retrovisor y no fue hasta que Yoochun llamó mi atención cuando yo también dejé de mirarlo.
-Wow –exclamé al ver el auto de Yoochun. Un espectacular Mercedes-Benz del año, negro con una sola cabina. –Muy bonito…
-Já, -se rió él. –Bueno, algún gusto hay que sacar de lo que hago ¿no?
-Uh-uh… -me abrió la puerta del auto muy caballero y yo entré sin vacilar. Me mataban los autos lujosos y ese no era uno que precisamente se viera todos los días al cruzar por la calle. -¿Y los demás también tienen auto? –inquirí cuando entró.
Me sentía rara estando en la otra parte de la cabina donde usualmente para mí estaba el conductor. Yoochun me sonrió.
-No, o sea, Yunho prefirió construirse un salón de baile en el subterráneo de la casa. Junsu sí se compró un auto, -Yoochun arrancó el auto y me encantó la sensación de que íbamos flotando porque los amortiguadores eran espectaculares. –Jae por su parte se compró más mp4 y I-pods, no sé en realidad para qué tanto y Shim… -se rió como si algo le causara risa… -él fue quien patrocinó la construcción del bar japonés. Ese chico…
Yo también me reí. Miré la carretera y a las personas que pasaban a mi lado preguntándome si sabrían que quien me acompañaba era uno de los integrantes de Tohoshinki (como los japoneses le llamaban a TVXQ). Como fuera, yo iba a pasarla bien, sin importarme si mis hermanas estaban enojadas o haciendo caso omiso a aquél cosquilleo raro que sentía en el estómago cada vez que se me venía la imagen de Yunho a la mente. Este momento lo iba a disfrutar junto a Yoochun y mi mente no lo iba a arruinar.

Belén nos dejó solas con los chicos. ¿No que se preocupaba tanto por nosotras que ni siquiera dejaba que Paloma se acercara a Hero? Estaba loca, y como ya sabíamos eso, no íbamos a seguir sus órdenes por muy hermana mayor que fuera.
-Anono… -dije mientras Max se corría de lado para poder estar más cerca de mi hermana. La pobre estaba mirando por la ventana con cara de ánima y escuchando Ai Otsuka muy fuerte. –Anono… -llamé de nuevo, ahora tocándole el hombro.
Paloma se volvió a mí y se quitó uno de los audífonos.
-¿Qué pasa ahora? –preguntó irritada.
-No le hagas caso a Belén, ya sabes que a veces ralla la papa en mala… -Ella levantó una ceja y volvió a ponerse el audífono.
-Ella me lo prohibió… -dijo en un susurro con la música muy fuerte como si le importara nada quien la oyera o no. –Es mala…
-Ay Paloma ya para, -la regañó Nyzia. –No tienes que hacerle caso a Nenel, ya sabes que es loca y se le zafan los tornillos de vez en cuando…
-¿Qué pasa? –preguntó Max acercándose a mí. Sentí un raro cosquilleo en el estómago y me volví hacia él.
-Mi hermana que está triste porque mi hermana le dijo que la quería lejos de Hero…
Hero me miró como si estuviera escuchando lo que acababa de decir lo que era imposible dado que escuchaba música también… ¿o no? Max asintió mientras sutilmente pasaba su brazo por mi hombro lo que me agradó. Paloma me miró con envidia y volvió luego su vista a la ventana. Entonces Hero le pidió algo a Yunho y la Van se detuvo, se sacó los audífonos y se acercó a mí de manera muy brusca. El brazo de Max se puso tenso a mi alrededor y yo lo miré. Pero Hero llamó mi atención.
-Dile a tu hermana, -me dijo señalando a Nyzia, -que me voy a llevar a la chica.
-¿¡Qué tú qué!? ¡No, o sea…!
-¿Qué pasa? –preguntó Nyzia despertándose como de un sueño. La pobre parecía perdida junto a Xiah quien tampoco dejaba de mirarla. Me hubiera gustado que ella supiera inglés, así por lo menos podría comunicarse con Xiah más explícitamente.
-Esto…
-Dile –exigió Hero.
-Dice él, -le informé a Nyzia, -que se va a llevar a Paloma.
-¿Qué? No… Belén nos mata…
-Dile –continuó Hero –que sólo será hasta medianoche.
Le repetí a Nyzia lo que Hero me acababa de decir. Ella me miró a mí como esperando que le diera la respuesta, pero yo no sabía qué decir. Además Paloma era una niña todavía y…
-Yo voy –dijo Paloma quitándose los audífonos y guardando su mp4 en el bolsillo de su chaqueta.
-No, Paloma… Belén…
-Ella se fue, -dijo Paloma con enfado. –Se fue con Micky, así que yo también puedo hacer lo mismo ¿no crees que es justo?
Hero habló con Yunho el cual me miró a mí por ser la única que hablaba inglés para que le dijera qué pensábamos. Me daba un poco de cosa hablar con el líder porque lo veía como con tanta autoridad que rápidamente desvié la mirada hacia Nyzia.
-¿Qué hacemos? –Inquirí.
Paloma estaba completamente decidida a irse con Hero a donde fuera que él quisiera llevársela, pero yo no estaba tan segura y al ver la cara de Nyzia supe que ella tampoco lo estaba tanto.
-Déjala, -dijo Nyzia y yo me llevé una mano a la boca de pura sorpresa. –Ella está grande…
-¡Tiene 15 años! –le grité, -apenas sabe donde está parada…
-Ustedes no son Belén, así que yo hago lo que se me dé la gana…
-No Paloma, si así tampoco son las cosas, pero si estás segura…
-No estoy segura, -le dijo ella a Nyzia, -es sólo que quiero ir… A demás es Hero…
-Mm, -reflexionó Nyzia y me miró.
-Sí Belén se entera de esto…
-¿Va a ir o no? –preguntó Hero.
-Ella quiere ir, pero no sé si será correcto, ya sabes, Belén…
-Ella no está por lo que… -Hero miró a Paloma la cual se sonrojó de inmediato y le ofreció la mano como lo había hecho en el concierto. –Haremos como la chica lo diga.
-Oye –le dije al ver a Paloma tomar la mano que se le ofrecía, -las cosas no son así.
-Nos vamos –le dijo Hero a Paloma la cual me miró esperando a que le tradujera lo que él le acababa decir.
-Que se van –le dije yo.
Paloma sonrió con ánimo y mientras Hero se ponía un gorro negro y unos lentes muy feos (creo que para camuflarse) Nyzia me miraba a mí como si estuviéramos haciendo algo muy malo.
-Ah, no sé nada yo… -le dije levantando los hombros. –Tú dijiste que estaba bien…
-Oye, yo no dije eso –se excusó ella.
-Jae la va a cuidar –me dijo Max. Me giré y lo vi sonriéndome de manera muy segura. –Él es como nuestra mamá.
-No es tan así –respondió Hero un poco avergonzado.
-Já –se rió Junsu, -él nos cuida a todos.
-¿Y Yunho qué? –pregunté yo.
-Yunho manda no más… creo que le gusta esa pose de líder…
-¡Por supuesto! –gritó Yunho desde el asiento delantero.
-¿Estás lista? –preguntó Hero. Le dije a Paloma lo que él le decía y ella asintió aún sin creerse lo que le estaba pasando.
Me reí un poco al ver a Hero con el gorro de anciano y esos lentes gruesos sin aumento que llevaba puesto. Esperaba que a Paloma no le pasara nada malo y aunque Max me lo hubiera dicho y Xiah también lo dijera sabía que no era buena idea que ella saliera.
-Estaré en casa alrededor de la media noche. –Le dijo Hero a Yunho.
-Eso espero –le respondió el líder.
Hero abrió la puerta de la Van y bajó primero para luego ayudar a mi hermana a bajar. Cerró la puerta y se despidió de nosotros con la mano. Luego se perdieron de vista.
-¿Qué hemos hecho? –preguntó Nyzia cinco segundos después.
-Como sea, -le dije yo. –Ya no hay nada qué hacer.
Y me acomodé junto a Max el cual parecía callado pero tan cómodo como yo. Nyzia miró preocupada hacia atrás; no sé si esperaba ver a Paloma colgada de la parte trasera de la Van arrepentida o pasando a nuestro lado encaramada en una camioneta pidiendo que paráramos para que subiera con nosotros, lo que yo sabía era imposible, porque estaba muy contenta de salir con Hero y en especial de hacer lo contrario a lo que Belén le había ordenado.

aaaahhhhh kiero mas!!!!! ke suerte la de estas muxaxas!!!! ya kiero mas capos de veras ke me los devoro!!! ke pasara entre jae y paloma, se podran comunicar?, yunho esta celoso!!! y belen y yoochun!!! dios ya kiero mas!!! pliss mimi subele si??? xd

o por Dios me encanta, tienes que continuar subiendo es uno de mis favoritos, nunca habia leido uno asi de rápido continua rápido porfa

Me iba a dar algo si no me tranquilizaba, pero es que yo sabía que haber dejado a Paloma en manos de esta super estrella famosa llamada Hero no era la mejor manera de hacerla sentir mejor. Tal vez ella lo pensara sí, pero yo no. Fue irresponsable el haberla dejado irse así como así, tal y como fue irresponsable Belén al dejarnos solas con estos chicos que más que mal eran hombres… Una nunca sabe lo que los famosos hacen en la privacidad, y no es que tuviera miedo, porque al sentir a Xiah a mi lado el miedo no cabía en mi ser, era otra cosa, como remordimiento a que si a Paloma le pasaba algo la única culpable sería yo, y Belén claro por irse con Micky.
La Van siguió su rumbo por casi media hora más. Xiah a mi lado no paraba de mirarme lo que me ponía más nerviosa, no iba a molestar a Daniela quien conversaba de lo más bien con Max para que pudiera hacerlas de intérprete entre yo y el guapo chico a mi lado.
Suspiré rendida, estaba cansada y preocupada, enojada y con ganas de gritar, pero por sobre todo quería hablar con Xiah lo que era imposible. Ojalá se repitiera lo del canto de hace unas horas, sólo para derribar esa barrera invisible de los idiomas y conectarnos nuevamente con sólo gestos.
Miré hacia la ventana a mi lado y me entretuve mirando las luces pasar tan rápido que me era difícil enfocar sólo una. Sentí que me tocaban el hombro y vi a Xiah a mi lado sonriéndome.
Primero puso su mano frente a mí en la señal universal de que esperara y luego se apunto la garganta y la boca para después mostrar con su mano el gesto de “bien” con el típico pulgar hacia arriba.
-Gracias –le dije entendiendo que quería decirme que había cantando bien. Xiah sonrió y se apuntó a sí mismo. Yo le hice el mismo gesto con la mano indicándole que también él había cantado bien.
Xiah entonces pasó su dedo por mi cara hasta llegar a la punta de mi nariz y sonrió.
-Pretty –dijo.
Mi mente entonces comenzó a funcionar a todo motor intentando recordar lo que eso significaba porque ya había escuchado esa palabra antes. Xiah parecía tan frustrado como yo porque no le entendiera que hasta repitió la palabra más de tres veces. Entonces Daniela se despegó de la conversación con Max y me dijo:
-Bonita, eso quiere que sepas… que eres bonita.
Sentí que me incendiaba desde todas las partes de mi cuerpo y que salía humo de mis orejas y despedía calor a montones. Miré a Xiah lentamente y le sonreí. Entonces también (muy nerviosa) le toqué el perfilado rostro hasta la punta de su nariz y le dije:
-Pretty.
Xiah sonrió de una manera que me deslumbró totalmente e iba a decirme algo cuando la Van se detuvo y mi hermana me miró.
-Max dice que llegamos –me informó.
Bueno, por una parte estaba muerta y quería dormir, pero por otra lo único que quería era seguir conversando con Xiah de esa manera, sin decirnos casi nada pero expresando todo con nuestras manos y sonrisas y ojos y…
-¡Nyzia bájate de la Van! –me gritó Daniela.
Entonces me fijé en que ya no quedaba nadie en el interior del auto y mi hermana me miraba desde fuera. Me rasqué la cabeza avergonzada y bajé de la Van. Xiah caminaba adelante conversando con U-Know y yo iba atrás con Daniela la cual iba callada y Max a su lado también. Tal vez me había perdido de algo, pero yo sabía que ella iba a contármelo como siempre lo hacía, aunque le costara expresar sus sentimientos tan abiertamente como Paloma o Belén.
Quería hacer muchas cosas, pero todas tendrían que esperar porque en ese momento la mano de Xiah me invitaba a entrar a la casa con él y yo no iba a dudar de tomarla y seguirlo.
La casa estaba pintada de un blanco nieve y las luces que alumbraban desde el suelo la hacían parecer a esas casas de novela mexicana que tanto me gustaban. La mano de Xiah estaba caliente y eso me incomodó un poco puesto que hacía mucho calor a esa hora de la noche. Me detuve al llegar a la puerta porque no me sentía capaz de entrar en el hogar de los chicos, algo en mí me decía que estaba incorrecto. Belén siempre se enojaba de esos repentinos pensamientos locos que tenía que me decían que lo que yo estaba haciendo estaba mal porque siempre arruinaban lo que fuera que hacíamos. Xiah me miró preocupado, le iba a sonreír cuando vi pasar a Daniela de largo hacia el interior de la casa con el semblante oscuro.
-¡Diri! –dije. Me solté de la mano de Xiah –no puedo negar que me dio rabia tener que hacerlo –pero a mi hermana le había pasado algo. -¡Diri, para!
Daniela se detuvo al llegar al vestíbulo de la inmensa casa sintiéndose seguramente tan desorientada como yo. Max llegó a nuestro lado con cara aprensiva y le dijo algo a Daniela. Ella por su parte asintió con la cabeza y él la abrazó.
Me quedé de una pieza principalmente porque segundos antes ella había pasado de largo media enojada y (como conocía a mi hermana) creí que algo malo le había pasado. U-Know entró a la habitación señalándome algo y yo seguí su dedo que apuntaba las maletas de todas nosotras. Me daba mucha rabia tener que tomar la iniciativa mientras mi hermana mayor se las daba de turista con un integrante de DBSK. Le sonreí a U-Know y avancé hacia las maletas.
-Diri, ven a ayudarme –le pedí a mi hermana que de pronto pareció notar que todos los presentes la observábamos. Pero antes de que ella se despegara de Max, Xiah tomó una de las maletas y señaló hacia la escalera que estaba hacia la izquierda de donde nos encontrábamos.
-Bed-room –dijo.
-Ajá –le dije yo asintiendo.
No entendí el pequeño cosquilleo en el estómago cuando oí sus palabras nombrando la habitación. La culpa de seguro la tenía They Kiss Again, la serie que había visto con mis hermanas en casa en donde el protagonista siempre hacía cosas “lindas” en la habitación con su esposa… Pero qué digo, Xiah no era ni siquiera eso… qué estaba pensando Dios mío….
-¿Los ayudo? –preguntó Daniela.
-¿Qué crees? –le dije yo enfadada por su falta de atención. Max se nos unió a subir las maletas a la pieza que U-Know nos mostró la cual era muy grande y con más camas de las que necesitábamos.
-Dice U-Know –me explicó Daniela mientras dejaba la maleta de Belén encima de una cama, -que cuando hacen fiestas aquí se quedan algunos de sus amigos y los bailarines cuando se hace muy tarde.
-Oh, -dije yo levantando las cejas mientras admiraba lo espacioso del lugar.
Me senté en una de las camas y cerré los ojos. Estaba cansadísima, quería dormir en aquellas mullidas colchas y quería soñar toda la noche con Xiah, el cual había salido de la habitación en busca de otra de las maletas.
-¡Nyzia! –gritó de pronto Daniela entrando a la habitación con Max.
-¿Qué pasa ahora?
-Adivina –me dijo traviesa. Suspiré pasándome la mano por la frente.
-Ay, Diri, no tengo ánimos de nada…
-U-Know, pregunta si queremos bailar en su pista…. Allá abajo. -Y apuntó el suelo.
-¿Pista? –inquirí yo.
-Sí, dice que una pequeña fiesta para refrescar la noche…
-¿Y estos tipos no se cansan? –pregunté muy extrañada.
Primero Micky se lleva a Belén a salir, luego Hero a Paloma a no sé donde y ahora tenemos una fiesta en casa…
-Estoy cansada…
-Supongo que no vas a dejar que Xiah baile solo ¿cierto? –dijo ella provocando en esos momentos que mis ganas de estar con el coreano lindo me dieran fuerzas de todo.
-¿Dijiste bailar? –me levanté de un salto de la cama y sonreí de oreja a oreja. –Ya van a ver que Belén no es la única que puede bailar bien.
Y salí de la habitación con la convicción de que algo iba a pasar esa noche… y no tenía nada de miedo.

Hero se quedó de pie a mi lado sin decirme nada. Es más, qué podía decirme dado que yo no sabía hablar inglés, menos coreano… pero…. Pero si yo… ¡yo sabía un poco de japonés!
Me aclaré la garganta y lo miré.
-Ejem, -dije poniéndome seria. -¿Dónde piensas ir?
Hero me miró con cara de susto.
-¿Sabes hablar japonés?
-Un poco –le dije rascándome la cabeza, -pero vayamos al grano amigo, ¿qué quieres hacer? -le pegué en el hombro dándome cuenta unos segundos más tarde de lo que había hecho. Me mordí el labio y miré en otra dirección.
-¿Dónde quieres ir? –me preguntó él.
-Tú quisiste salir, tú me llevas.
Hero se rió y yo sentí que flotaba, claro que todo eso pasaba en mi interior porque si él hubiera sabido que estaba un poco viciada con él, era capaz de dejarme sola en medio de Tokio. Tal vez me encontrara con Inoue Mao, pero no, a esa le pegaba por haber estado con Matsumoto Jun en Hana Yori Dango… ¡Tal vez me encontraba al mismo Jun! Por supuesto, él estaba cantando en ese mismo momento en el estadio, tal vez…
-¿Qué piensas?
-¿Eh?
-Acabas de poner una cara que me asustó, ya sabes, como con sed de homicidio o algo así, y luego una sonrisa muy grande, pasando a la decepción… ¿Qué te pasa?
-Eh, yo…. –me reí nerviosa. ¿Tanto se notaba lo que pensaba? –Nada, cosas… como sea, ¿ya pensaste a dónde ir?
-Mm, ¿tienes hambre?
Qué insinúas ¿eh?, pensé. Tal vez Belén le hubiera dicho mi debilidad por la comida. Iba a poner mi cara de “homicidio” pero luego lo pensé mejor y le sonreí.
-No, no tengo hambre… Mm, -miré en varias direcciones deteniéndome en algo que se alzaba enorme un poco más al sur de donde estábamos, -me gustaría ir allí.
Apunté la rueda de la fortuna que se veía desde esa calle. Hero la miró y luego asintió.
-Vamos –me dijo ofreciendo su mano.
-¿Eh? ¿La mano? ¿Por qué? –inquirí nerviosa.
-Primero que todo –dijo tomando mi mano a la fuerza. –Tu hermana mayor me asesina si no te llevo a casa…
-Ella no sabe que…
-En segundo lugar, -me interrumpió comenzando a caminar. –Tokio es terriblemente grande, si te pierdes, ahora tu hermana y Yunho me matan y tercero… -dijo cruzando la calle en dirección a la magnífica rueda que se alzaba unas calles más allá. –Te quiero cerca de mí… ¿lo has comprendido?
-Sí capitán, o sea, digo sí… -fruncí el cejo sin encontrar las palabras adecuada para decirlo. –Ejem… ¿cómo tengo que llamarte?
-Jaejoong, ese es mi nombre.
-Oh, claro, Jaejoong…. –como si no lo supiera… me reí sola y seguí caminando a su lado y tomada de su mano. –Yo soy…
-Paloma, ya lo sé.
Lo miré mientras seguíamos caminando. El tipo debía de tener muy buena memoria porque ni yo a veces me acordaba de lo nombres de la gente a la que conocía, aunque un nombre como el de él no se olvidaba tan fácil si vamos al caso. Jae no me habló más hasta que llegamos a la entrada del parque de diversiones que era enorme.
Bueno, en realidad yo nunca había ido a un parque de diversiones porque en donde vivía no había uno de esos. Así que estaba muy sorprendida del tamaño de los juegos y todas esas cosas. Me quedé de pie sin poder moverme. Hubiera preferido x1000 ir a ver a Arashi, pero tampoco podía pedirlo todo, estaba con Jaejoong por amor de Dios, o sea, ¿de verdad aún quería más? Me reí porque mi mente me respondió que sí, pero yo la sacudí consciente de que Jae me miraba como si estuviera haciendo caras de nuevo, lo que yo, cuidadosamente, ahora cuidaba de no hacer.
-¿Un regalo para la hija? –preguntó un señor acercándosenos desde uno de los varios puestos que había en la entrada al parque. Miré a Jae el cual –no sabía porqué –no respondía y yo con un gesto de mano le dije al señor que no era necesario.
-¿Es que soy muy viejo? –preguntó. Yo le tomé la mano más fuerte porque su tono me había alertado y me preocupé un poco.
-Bueno, compañero, -le dije sonriendo para calmar los ánimos. –Estás con ese disfraz medio extraño, no es raro que te confundan con mi padre.
-¿Tú crees?
Me reí de manera estrepitosa lo que hizo que todos los que pasaban por ese lado y los dueños de los puestos ambulantes nos miraran más de lo normal. Recompuse mi rostro con un carraspeo y apuré a Jae para que entráramos al parque.
En sí, yo nunca había visto tanta tecnología junta. Era unos juegos muy grandes y se notaban que era entretenido pero hechos para valientes. Tal vez podría subirme a las Tazas, o al trencito de Mickey, pero a una montaña rusa no había fuerza que me obligara. Por eso elegí la Rueda de la Fortuna, algo cómodo y que no daba tanto miedo… aunque esa Rueda, comparadas a las que me había subido yo antes no era nada… la altura parecía asesina y si no hubiera sido por la mano de Jae que seguía estrechando la mía era muy posible que hubiera escapado entre la gente como si estuviera pasando entre jugadores de fútbol americano.
-¿Estás segura de que quieres subir? –me preguntó Jae al ver mi rostro que según yo ya debía estar verde. Lo miré y traté de esbozar una sonrisa.
-Yo, sí, sí quiero…
Nos subimos en la casetita que cerraron por fuera y me senté frente a Jae el cual se quitó el gorro y los lentes haciendo (de forma muy maldadosa) que mi corazón latiera más rápido.
-¿Te pasa algo? –preguntó sacudiéndose el pelo que había quedado desordenado a causa del gorro.
-¿Eh? ¿Cómo dices?
-Estás muy roja… ¿tienes vértigo o algo así?
-Este bueno, yo… no cómo se te ocurre… -miré hacia la ventana en donde todo Tokio estaba comenzando a achicarse. –No es sólo que tengo un poco de calor.
-Cuando bajemos te compro un helado, ¿te parece?
Asentí sin dejar de mirar por la ventana. Me pregunté que debían de estar haciendo mis hermanas pero dejé pasar el pensamiento en lo referente a Belén, sólo cuando ella supiera que había salido con Jae, tal vez, y sólo entonces le hablaría… sabía que la venganza nunca era buena y que mata el alma y la envenena, pero al diablo con todo eso, yo estaba con Jae y eso nadie me lo iba impedir.

Yoochun me encantaba. Era el mejor amigo que nunca pude haber tenido. Primero fuimos a una librería, luego a una tienda de mangas la que adoré. Lo malo fue que todo estaba en japonés y no pude leer nada mientras él me sacaba pica riéndose con algún chiste impreso en las hojas. Después fuimos a comer helados y allí nos quedamos unos momentos.
-Te aseguro que ahora vamos a ir al lugar más típico que tiene Japón.
-No me digas que a la torre…
-Nop, -me dijo él sonriendo mientras comía una cucharada de su helado.
-¿A dónde?
-Ajá –me dijo él. –Al karaoke.
Abrí la boca para decir algo pero no pude hacerlo. La sonrisa de Yoochun impidió que le pidiera que fuéramos a la casa porque al escuchar la palabra karaoke se me vinieron a la mente las veces que con mis hermanas cantábamos en casa. Por eso fue que miré hacia el lado curvando mi boca hacia abajo.
-Qué malo… tú cantas yo no… -Yoochun se rió y yo lo acompañé.
-Nadie que va al karaoke canta bien –me dijo él.
Emprendimos la marcha a un karaoke que debía de ser muy lujoso por el trato que le dieron a Yoochun y a mí; nos dieron una habitación tal y como las había visto en Lovely Complex, y allí nos encerramos con Yoochun por alrededor de dos horas. Verlo cantar en karaoke era muy diferente a verlo cantar canciones que ya se sabía porque el tipo era muy malo para cantar leyendo de la pantalla. Me reí de sus infructuosos intentos por cantar algo de Celine Dion, y casi me atraganto de risa mientras comía algo que él había pedido porque no podía decir la palabra “salsa” se una canción de Gloria Stefan que encontré por ahí.
-¿Estás seguro de que no te estás haciendo perder? –le pregunté porque me parecía my raro que perdiera tantas veces.
Yoochun se sentó a mi lado y sacó un poco de lo que había para comer.
-No sabía que eras tan buena con el karaoke, -me dijo.
-No es que sea buena, -le dije. –Es solo que esta música sí la conozco, o sea, supongamos que pones algo con letra japonesa, china o coreana, muero en el acto…
-¿En serio? Vamos a ver…
-¡No! –le dije tomándolo del brazo para que se sentara nuevamente. –No seas así, además creo que ya es hora de que regresemos.
-Ajá –me dijo sirviéndome algo en un pocillo muy chico y pasándomelo. –Bebe y… -continuó mientras se servía algo para él. –Tienes que contarme lo que me ibas a decir esta mañana… ¿lo recuerdas?
Me atoré por dos cosas, una porque el sake era muy fuerte y otra porque la pregunta me había venido desprevenida. Las cosas habían cambiado mucho desde entonces, uno porque mis hermanas estaban conmigo ahora y porque Yunho me había besado algo con lo que no contaba.
Miré a Yoochun y lo vi con su vista fija en mis ojos. Cerré los ojos y suspiré.
-Supongo que Yunho les habrá contado…
-Que le pegaste –me interrumpió él. Yo asentí.
-También les habrá dicho el porqué…
-Sí, porque no quería que dejaras a tus hermanas aquí… la verdad creo que tu reacción fue desproporcionada aunque la actitud de Yunho no fue la mejor, tengo que decirlo, pero…
-¿Qué le pegué porque no quería dejar a mis hermana conmigo? –inquirí sin creerlo.
-¿No fue así? –preguntó Yoochun frunciendo el cejo.
-O sea… -desvié la mirada hacia la pantalla por la que salía una muñeca que pedía que eligiéramos otra canción. –O sea, ¿de verdad no les dijo?
-Nos dijo eso, ¿hay algo más?
-No. –me apresuré a responderle sintiéndome un poco culpable con la actitud que había tenido con Yunho esa mañana. –No, nada más.
-Uh-uh –dijo no muy convencido. Yo me apresuré a cambiar de tema mientras me bebía otro pocillo con sake sin darme cuenta.
-Como sea, el punto –dije yo poniéndome seria de pronto –es que hoy quería preguntarte porqué Jae me trataba tan mal… eso. ¿Sabes la respuesta?
Veía a Yoochun un poco borroso, pero no presté mucha atención a eso y bebí otro pocillo de sake. Yoochun tragó también un poco de sake y me miró.
-Creo que por el hecho de llegar.
-¿Cómo de llegar?
-Ya sabes, él se siente responsable por nosotros y que venga otra persona, en este caso tú, hace que se preocupe más. Por lo del incidente y esas cosas, él no es muy apegado a conocer gente nueva…
-Pero me trata re mal –le dije sintiendo repentinas ganas de llorar, cosa muy poco usual en mí. Yoochun se encogió de hombros.
-Él es así…
Dejé esa conversación de lado porque de pronto sentí deseos de cantar más y me levanté, aunque el suelo se movía como si estuviera temblando y apenas llegué a la mesa de controles para elegir una canción que no conocía. Creo que hice el ridículo, pero luego de ver que Yoochun se reía de eso y no le prestó atención al hecho de que me caía al suelo o sí inventaba palabras japonesas inexistentes, así que yo tampoco le hice caso a eso. La estaba pasando bien y eso era lo que importaba.

El salón de baile era grande y con un piso pintado de color azul marino que hacía que las luces de la bola de dicoteque se reflejaran muy claramente a nuestros pies. Max iba delante de mí sin soltar mi mano lo que me molestaba un poco. Sí, el tipo era famoso y muy lindo, y me había dicho que le gustaba (lo que me veía venir) pero es que igual habían pasado menos de doce horas y yo no era tan rápida… aunque mis hermanas creyeran eso. Por lo menos Max se limitaba a tomarme la mano solamente, porque si este es el caso, un chico de mi país se va por las ramas en menos de dos segundos y de “amistad” ya no queda nada.
Nyzia caminaba detrás de mí; miraba todo con los ojos muy abiertos y con muchas ganas de bailar por la manera en que movía las caderas al caminar.
-¿Qué bailan ustedes? –le pregunté a Max cuando llegamos al sofá del fondo del salón. Max se llevó una mano a la barbilla sin dejar que su otra mano soltara la mía. –Pop, pero no sé si el mismo que ustedes… no lo sé… ejem… ¿Yunho?
El líder que en ese momento miraba hacia una pantalla en la que se mostraban cuatro imágenes distintas se volvió a nosotros.
-¿Sí?
-¿Qué vamos a bailar?
-Lo que las chicas quieran –dijo volviendo la vista a la pantalla.
-¿Qué es lo que tanto ve? –me preguntó Nyzia sentándose junto a mí sin despegar la vista de la puerta de entrada ya que Xiah aun no llegaba al salón.
Le pregunté a Max y él me dijo que miraba las cámaras de seguridad de la entrada. Le dije a Nyzia la cual lo quedó mirando por unos segundos sólo hasta que Xiah entró en la habitación vistiendo diferente. Nyzia se sonrojó y trató de conversar conmigo pero era como hablarle a la nada porque yo le preguntaba algo y la pobre apenas me respondía concentrada en Xiah que cambiaba la música a cada rato.
-¿Qué vamos a bailar? –preguntó.
-¿Nyzia? –le pedí su opinión a mi hermana. Ella por su parte levantó los hombros.
-¿Ustedes qué bailan? –preguntó Max sacándose la chaqueta dejando mi mano libre por fin.
-Esto… normalmente no vamos a fiestas o cosas así, -le dije yo. –Pero bailamos de todo, o sea, lo que nos pongan…
-Diles que si tienen axé. –Dijo Nyzia.
Me atraganté y reí de manera nerviosa.
-Shinny, ellos no conocen el Axé…
-Pero yo les voy a enseñar…
Miré a mi hermana y le transmití su deseo a los chicos. Rápidamente Xiah trajo un notebook y abrió el programa para descargar música. Le dije lo que queríamos y en menos de dos minutos ya estaba sonando la música que por muchos años bailamos con mis hermanas.
Me acerqué a la pista para bailar pero Max me lo impidió tomándome de la polera y pidiéndome que lo acompañara. No puse cara de fastidio sólo porque él se veía como un niño con juguete nuevo pero deseé que alguien se diera cuenta de que nos íbamos, pero U-know estaba tan metido en la pantallita de las cámaras de vigilancia y Nyzia que le ensañaba pasos a Xiah que le salían bastante sexys…
-¿Tienes hambre? –me preguntó Max cuando llegamos al primer piso.
-¿Eh?
-Es que si Yunho me ve comiendo me va a retar, así que si venía contigo no creería que íbamos a comer ¿o sí?
-Eh, claro… -le respondí. Me había pasado unos rollos dignos de mi hermana Nyzia y al final todo había sido por comida… Me reí de mi misma.
-¿Tienes hambre o no?
-Mm, claro… -le dije. Max entonces esbozó una sonrisa de oreja a oreja y sin dejar de mirar en dirección a la escalera al subterráneo por si aparecía el líder quien lo regañaría por estar comiendo.
-Así que les fue bien el concierto… -dije por poner tema de conversación.
-Por supuesto… y habrás notado que te miraba ¿no?
¿Por qué es tan directo?
-Sí, lo noté, -le respondí. –Y mi hermana también.
Max sacó algo del inmenso refrigerador que parecía muy escondido y lo puso en la mesa de la cocina.
-Tengo que tener cuidado con que ni Jae ni Yunho me vean con esto. No les gusta que coma a deshora…
-¿Y por qué? -le pregunté mientras sacaba unos pedazos de carne aliñados con algo que no reconocí. Max se llevó el dedo índice a los labios y me dijo que me acercara.
-El coreógrafo dice que estoy gordo… no lo creo, pero Yunho se lo toma todo muy enserio y no deja que coma más de lo normal.
-¡Pero si quemaste como mil calorías hoy! –exclamé. Max puso los ojos en blanco dado que yo había gritado y me llevé las manos a la boca para callarme. –Lo siento –le dije. –pero no entiendo porqué tan malos contigo, además todavía estás en crecimiento, que ellos estén viejos no es tu culpa ¿o sí?
Max sonrió y asintió. Metió las carnes en un recipiente y luego todo fue a parar al microondas. Comimos luego la exquisita carne que no sabía con qué había sido aliñada, y no es que supiera mucho de comidas o algo así, pero siempre trataba de no comer algo que no conociera. Pero estando en casa ajena y con gente ajena a mí, no podía despreciar la comida. A demás estaba súper rica y eso me gustó.
Estuvimos conversando con Max de muchas cosas y agradecí que no tocara el tema de “gustar”, porque no quería arruinar el momento. Me gustaba hablar con él, así ambos mejorábamos nuestro inglés, porque a veces yo quería decir algo y él no me entendía y otras veces ninguno entendía al otro. Era todo para la risa.
-Eres muy linda –dijo de pronto cuando paramos de reírnos porque yo había confundido la palabra hear, de oír, con la palabra hair de cabello. Me puse a la defensiva en ese momento.
-Sí, -le dije tratando de mantener la sonrisa. –Tú también.
-Nunca había estado con una chica tanto tiempo…
Esto no olía nada de bien…
-¿Ah sí? –pregunté alejándome un poco de él de manera muy disimulada.
-Sí, -me respondió acercándose a mí mientras yo me alejaba. –Y me gustas… ¿ya te lo había dicho?
-Eh, creo que sí… -me topé con el límite del sofá en el que estábamos y tragué saliva porque Max aún se acercaba. Algo en mí me pedía que le siguiera el juego, que no estaba mal lo que hacía y lo deseaba mucho, pero otra parte, más racional me decía que estaba loca si hacía lo que él inconscientemente me estaba pidiendo.
Vi sus labios entreabrirse como para besarme cuando sentí una voz muy fuerte que llenaba toda la casa al mismo tiempo que U-Know aparecía del subterráneo.
Me volví bruscamente mientras oía a Max maldecir en coreano (no estaba segura) para ver a mi hermana Belén que venía cargada por Yoochun mientras U-know lo ayudaba.
En ese instante recién lo supe…Ver a Belén en ese estado no es algo que se quiera ver dos veces.

Xiah lo hacía bien para ser oriental… o sea, yo sabía que el tipo podía moverse de una manera que nunca creí posible para los de su raza (luego ver como bailaba Zhi Shu no tenía esperanzas con los asiáticos) pero bailaba tan bien que me sorprendí mucho. Nos reímos bastante, porque él me enseñaba pasos y yo trataba de hacerlos lo mejor posible, pero a veces me caía como le había pasado a mi hermana en el ensayo.
El baile de Axé es bastante sexy, por no decir otra palabra (lo que lo conocen saben de qué hablo) pero me gustó enseñárselo. Me daba risa notar que por medio del baile también podíamos comunicarnos sin tener que hablar, aunque a veces me hubiera gustado decirle que no se movía tanto la cadera sólo para que mi corazón parara un poco el ritmo frenético que alcanzaba cuando lo veía bailar así. Tenerlo tan cerca tampoco ayudaba mucho, pero de por sí el baile me relajaba y mover mi cuerpo al son de la música no era un mayor problema. Así pasamos unas horas hasta que de pronto me di cuenta de que Daniela no estaba por ninguna parte y creo que el líder también sintió la ausencia de Max porque de pronto salió corriendo escaleras arriba.
Xiah y yo nos miramos para luego subir la escalera casi corriendo pensado lo peor entre mi hermana y Max. La verdad era otra muy diferente...
Quise morirme o esconderme en cualquier parte en ese mismo instante. Vi a mi hermana mayor tratando de soltarse del agarre de Micky el cual la ayudaba a caminar pasando su muerto brazo por encima suyo, mientras Yunho hacía lo posible por tenerla en pie también. Daniela estaba en el sofá muy incómoda también al ver a Belén de esa forma y Max estaba a su lado.
-¡Déjenme sola! –exclamó mi hermana mayor con una voz digna de una borracha cualquiera. Iba a enojarme con ella muy seriamente, primero por haber llegado de esa manera tan humillante y segundo porque había interrumpido mi baile con Xiah.
-Do something! –escuché que Max le decía a los chicos que sostenían a la pesada de mi hermana.
-Yo quiero seguir cantando –dijo Belén. Se soltó del agarre de Micky y se puso en el medio de la habitación. –“En una aldea costera… “
Cantaba horrible, la pobre tenía buena voz, pero borracha no le salía ni por si acaso, tomé a Xiah de la mano porque no sabía donde esconderme, pensando que ahora sí Belén se había ido al chancho y los chicos nos correrían de ahí en ese instante. Xian entonces se volvió a mí con una sonrisa que me tranquilizó por completo.
-No problem, -me dijo.
Gracias al cielo comprendía lo suficiente de inglés como para entender que para él todo estaba bien y que ver a mi hermana no le incomodaba tanto como a mí. En todo caso no sería correcto tampoco que Xiah me mirara feo… tal vez sólo era así de amable porque ya veía que la acción de mi hermana me avergonzaba lo suficiente… ay Dios… iba a matar a Belén… la iba a matar….
-¡Hay que hacer algo! –me dijo Daniela desde el sofá mientras a U-Know se acercaba a mi hermana tomándole de los hombros.
No era la mejor manera, mi hermana acostumbraba a dar órdenes por ser la mayor por lo tanto lo peor que podía hacer el líder era ordenarle que se calmara.
-¡Yo hago lo que se me dé la gana! –les dijo en español como si los chicos pudieran entenderla. Daniela se apresuró a traducir. Micky entonces desapareció del lugar y volvió al rato con un vaso de agua.
-No creo que quiera beber más… -le dije a Daniela. Ella me miró con un poco de miedo.
-No creo que se lo vaya a dar para beber… -me dijo.
-En alta mar, había un marinero… -seguía cantando Belén –que se llamaba, Arturo Pratt Chacón… y cuando—
Micky le roció el vaso con agua en la cabeza y Belén se quedó callada ipso facto. U-know entonces la tomó de la mano y se la llevó de la habitación.
Reaccioné un poco tarde puesto que cuando quise ir en busca de mi hermana ella ya no se encontraba en la habitación. Daniela se levantó del sofá con la misma cara de vergüenza que yo y se acercó a mí.
-Creo que es mejor que nos vayamos a dormir… -me dijo.
-No puedo si aún no ha llegado Paloma.
Y justo el ave perdida hacía su aparición con Hero. Se quedó de pie en el recibidor y nos quedó mirando tal y como nosotras a ella.
-¿Qué pasó? –preguntó al ver el charco de agua en el piso.
Xiah se soltó de mi mano para ir junto a Max y hablar con él de algo. Estaba segura de que nos irían a pedir que nos fuéramos o algo así. Hero se rascó la cabeza y se acercó a los chicos también dejando a Paloma cerca de nosotros.
-Belén llegó borracha.
-Nooo –dijo sin creerlo. Yo asentí con todo el desprecio que pude.
-Sí, y creo que ahora los chicos nos van a echar, todo por culpa de ella…
-Mm, -dijo Daniela y las tres nos volvimos a los cuatro chicos que conversaban, los cuales se callaron al vernos a nosotras con la vista fija en ellos.
-Es el momento de la verdad… -dijo Paloma un poco dramática.
-No seas así Anono, si lo más malo que pueden hacernos es echarnos ¿no? –dijo Daniela a la cual no le salía muy convincente el tono tranquilizador dada la intensidad con la que los chicos nos miraban. Yo tragué saliva.
-Hasta aquí llegó mi buena suerte. –Dije con pesar.
-Tú nunca has tenido suerte –dijo Paloma con un poco de risa.
-Ay qué pesada –le dije yo pegándole en el hombro también riéndome. Daniela nos miró a ambas y sonrió.
-Creo que ninguna había tenido tanta suerte hasta ahora… -Paloma se puso junto a Daniela diciéndole algo al oído y ella se rió más fuerte.
-¿Qué pasa? –pregunté yo.
-Dice Paloma que tú no estás enojada con Belén porque llegó borracha si no porque interrumpió tu “juego amoroso”
-¿Tú que sabes? –inquirí yo mirando a Paloma. Ella cerró los ojos en actitud engreída.
-Estás como transpirada, Baka… (Idiota), se nota que tú y Xiah estuvieron practicando alguna danza del amor…
Daniela se rió más fuerte y Paloma la acompañó.
-Oye, -les dije yo, -cállense, qué no ven que los chicos están como enojados.
Las tres nos volvimos y vimos que los chicos también como que tenían gana de reírse. Luego de dos segundos de crudo silencio se escucho la voz de mi hermana Belén desde el segundo piso que decía:
-¡No estoy borracha! –Y luego la voz de U-Know que le decía
-In English please…
Todos miramos hacia el segundo piso y luego de otros dos segundos nos largamos a reír de lo patética que era la situación.
Paloma me contagió su risa como siempre y de ahí tardé un montón en dejar de reír lo que hacía que los chicos también se partieran de la risa. Tuve que contenerme porque la verdad es que ya era tarde y era hora de descansar, y por lo demás yo y mis hermanas estábamos muertas de sueño.
Miré a Xiah y le pedí disculpas por todo con mis ojos. No era que no pudiera decirle a Daniela que les pidiera disculpas en inglés por todas nosotras, el caso era que me encantaba comunicarme con el chico de esa manera y lo hacia algo íntimo, como de nosotros dos… solos.

me gusta este fick es muy original y tengo curiosidad en saber que pasará con los chicos, sigue subiendo mas cap

seee te apoyo!!! es buenisimo!!!

Miré a Yunho que estaba frente a mí. El pelo le caía en la frente y el moño que traía parecía desordenado. Me dolía la cabeza y apenas podía mantener los ojos abiertos.
¿Qué había pasado? Tragué saliva y no me gustó el sabor de mi boca… la cabeza de pronto se me partió en dos cuando traté de recordar qué había pasado. La única imagen que tenía era de Yoochun mirándome con risa y luego nada.
Enfoqué a Yunho nuevamente y me arrepentí. El líder tenía una cara de enojo que me dieron ganas de salir corriendo de la habitación en ese momento. De seguro que había hecho algo, pero si yo no me acordaba de nada… oh, Dios, mío…
-¿Te pegué de nuevo? –le pregunté esperando un sí por respuesta.
-No exactamente –me respondió él con la voz muy ronca, de seguro que estaba súper enfadado.
-Esto… ¿estoy en problemas? –aventuré de nuevo.
-Oh, sí señorita.
-¿Pero qué hice?
Y en ese momento el dolor de cabeza se intensificó y me mostró las borrosas imágenes de una Belén que apenas podía caminar y que luego se ponía a cantar… Miré a Yunho y le sonreí.
-¿No te gustó mi voz cierto? –le pregunté en broma. El líder levantó una ceja sin cambiar su expresión. Yo tragué saliva de nuevo y me tomé la cabeza que dolía mucho. –Lo siento –le dije, -pero no recuerdo casi nada.
-Me besaste –me dijo.
-¿¡Eh!? –me levanté de donde fuera que estuviera sentada y me alejé de Yunho en ese momento. -¿Yo? Estás loco, yo no haría algo así… no puede ser…
-Ya veo que estás completamente despierta –oí que me decía sonriendo de manera muy maquiavélica.
-Y yo veo que me estás mintiendo… yo no te besé…
-Ah, no sé… las personas borrachas hacen demasiadas cosas de las que no se acuerdan.
-¡Yo no estoy borracha! –le grité sin controlarme.
-Háblame en inglés –me ordenó.
-Que no estoy borracha –le repetí para que entendiera. –Y eso no es lo esencial, lo importante aquí es que yo no te he besado y punto.
-Ése no es el punto, no sé porqué le das tanta importancia a un beso, además tú no te acuerdas ¿o sí?
-Por supuesto que no, o sea, me acordaría, un beso es un beso…
-O sea que te importa.
-¡Yo no dije eso! –exclamé. –Quiero decir, que un beso tampoco es algo que se pueda tomar a la ligera.
-Pero ese no es el tema –dijo levantándose del sillón en el que estaba. Recién entonces me di cuenta de que estábamos en una habitación que tenía dos camas… esto no era bueno… me traía recuerdos de algo y…
-Anda a dormir Belén, -me dijo. –Tus hermanas están enojadas contigo por tu penoso espectáculo y…
-¿Penoso? –pregunté sin entender el cambio de tema tan rápido.
-Y, -continuó él, -mañana tienes que levantarte temprano.
-Ah, sí claro, el contrato y todo eso…
Yunho sonrió y apuntó la puerta de salida. Caminé como si estuviera en la luna y me apresuré a salir de la habitación encontrándome con Jae que pasaba por ese pasillo en dirección de seguro a su pieza.
El chico me sonrió de una manera que me hacía pensar que sabía algo que yo no y siguió su camino sin siquiera desearme las buenas noches. Me daba miedo entrar a la pieza de mis hermanas porque tenía miedo, además no sabía donde era… ¿Y si entraba a la habitación equivocada? Entonces vi a Yoochun subiendo la escalera y mirándome con una expresión que no reconocí. Me puse colorada de pura vergüenza, él había sido quien me había traído a la casa… qué bochorno…
-Yoochun, lo siento tanto… -le dije acercándome a él.
-A mí no me digas nada, -me dijo sin resentimiento en la voz lo que me sorprendió. –No sabía que nunca habías tomado y yo te di el sake, creo que Yunho también me va a regañar…
-Pero si yo fui la que llegó borracha…
-No te hagas la victima ahora –oí que decía una voz a mis espaldas.
Me volví y vi a Jae que andaba sin polera. Me tapé los ojos y me volví rápidamente hacia Yoochun el cual me decía con los ojos que no le respondiera.
-¿Y te puedes mover? –pidió Jae detrás de mí. –Estas tapando la puerta al baño.
-Oh, -dije yo haciéndome a un lado. –Lo siento.
-Uh-uh –dijo él pasando a mi lado, se volvió a mirarme y arrugó la cara. –Creo que deberías lavarte los dientes, apestas a licor. Me miró de nuevo y entró cerrando la puerta, creo, que con demasiada fuerza.
-No le prestes atención, -me tranquilizó Yoochun haciendo un movimiento de cabeza lo que quería decir que desaprobaba lo que Jae me había dicho, aunque no estaba tan segura… -lo mejor será que vayas a tu habitación ahora…
-Ah, sí, eso… -me rasqué la cabeza. -¿Me podrías decir donde es?
-Esa que está ahí. –Me dijo señalando la puerta contigua al baño de la que de pronto escuché que salían voces femeninas. Tragué saliva y asentí.
-Suerte –me dijo pasando de largo yendo en dirección a la pieza en la que yo había estado con Yunho.
No quería entrar, me daba miedo en especial lo que Nyzia podía decirme, pero ya era hora de dejar de ser tan cobarde… me armé de valor y abrí la puerta entrando rápidamente a la habitación sin dejarme tiempo de salir corriendo al ver los ojos de mis hermanas que más que mal eran las mujeres más cercanas que tenía en ese momento.

Luego de que Belén entrara en la habitación y pidiera disculpas (cosa que nadie creyó porque estábamos demasiado enojadas) Nyzia apagó la luz y todas nos sumimos en el silencio de la noche. Quería dormir, pero los recuerdos de ese día aún estaban frescos y con la ayuda de la música de Ai Otsuka comencé e rememorar todo lo que me había pasado desde que estaba en la rueda de la fortuna con Jae…
-¿Crees que lo estamos haciendo bien? –me preguntó cuando la Rueda se detuvo dejándonos casi en el punto más alto. Yo lo miré haciendo una mueca porque bueno, esa era una pregunta un poco profunda y en realidad no la había entendido del todo bien.
-¿A qué te refieres? –Le pregunté. Él se encogió de hombros y miró hacia la ciudad a nuestros pies.
-Quiero decir que, no sé, a veces creo que nos pasan las cosas demasiado rápido.
-Estás hablando de ustedes como Dong Bang Shin Ki… ¿no? –Jae asintió. Yo abrí la boca para decir algo pero en realidad no sabía las palabras para expresarlo.
-Mm, creo que tal vez las cosas pasan y no las disfrutamos lo suficiente, no sé…
-Yo creo que todo tiene su tiempo –le dije sintiéndome realmente incómoda por tener este tipo de conversaciones. Normalmente trataba de alejarme cuando mis hermanas se ponían en plan “serio” al conversar, pero esta vez estaba con Jae, o sea, no podía no decirle nada. –Tal vez tú lo ves como algo rápido, pero llevan más de 4 años en esto, las cosas no han sido rápidas.
-Tienes razón… -Jae me miró y yo sentí que ahora sí moría. Entonces se cambió de lado y se sentó junto a mí.
-No te pareces a tu hermana.
-Por supuesto… ella es más negra que yo. -Puse cara de orgullo y Jae se rió. –En realidad, no somos tan diferentes –admití.
-Pero yo creo que sí. O sea, lo que he visto…
-No has visto nada entonces, -le dije levantando mi dedo índice como si estuviera explicándole un lección. –Mira, ella es igual a mí en lo referente a chicos y a gustos personales como los animés o doramas y esas cosas… no sé si entiendes.
-Pero yo no me refiero a eso.
-¿A qué entonces?
-Yo a ti te gusto ¿no?
Me atoré y miré hacia otro lado tratando de calmar el repentino calor que me consumió de manera apabullante. Jae se volvió hacia mí en el asiento.
-A tu hermana no le gusto… por eso digo que son diferentes.
-Eh, claro… como tú digas…. -¿qué más podía decirle luego de que había sido descubierta tan fácilmente?
Hubiera preferido mil veces una declaración un poco más convencional o algo así, tal vez unas flores de mi parte para Jae o una carta… tal vez le hubiera dicho mientras dormía, así en el oído, para que luego creyera que era un sueño, o sólo se lo hubiera dicho al pasar, algo rápido y sin dolor… lo usual. ¿¡Pero quien se declaraba sin hablar!? Más encima él mismo se daba la declaración… me corrí un poco del asiento y me apegué a la ventana justo cuando la cabina comenzaba a descender.
-¿Te pusiste nerviosa?
-¿Yo…? Eh, ¿cómo crees? –me volví hacia él con una sonrisa bastante histérica y le pegué en el hombro. –Para nada…
-Ah, -me dijo entrecerrando los ojos. –Veo que te dio calor de nuevo porque estas roja… -elevé la comisura izquierda de mi labio y asentí no muy segura. -Te prometí un helado ¿no?
-Uh-uh…
Jae me ayudó a bajar de la cabina y me llevó a comer una copa de helado. Lo bueno fue que no volvió a tocar el tema de eso de que yo… gustar… él y todo lo que implicaba si no que yo (de manera muy persistente) me enfoqué en preguntarle cosas como los típicos regalos que le daban o lo que más le gustaba hacer.
Cuando ya nos íbamos de vuelta a casa todavía me rondaba por la cabeza lo que me había dicho, porque no entendía la razón de decírmelo, o sea, más que mal no era la única chica de 15 años media loca por él, es más, YO no era la única. Eso había quedado más que claro esa misma noche al ver a tantas fans. Quería preguntarle, pero me daba miedo volver al tema y yo era tal y como Belén, una completa cobarde.
Llegamos a la casa que era muy grande y descubrimos que había pasado algo recientemente porque el piso estaba mojado y los chicos al llegar nos miraron como si fuéramos totalmente ajenos a la escena.
Ahora, a la luz de la luna y mientras escuchaba Natsu Sora de Ai Otsuka me daba la impresión de que el gusto que yo sentía por él le había parecido algo raro a Jae… como si él nunca hubiera sopesado la idea de tener a chicas completamente locas por su persona…
Me dieron ganas de ir al baño, y no sabía en donde estaba… Genial.
Me levanté como pude sin hacer ruido me puse las pantuflas para salir…
-El baño está a la puerta siguiente –me dijo Belén que dormía en la cama junto a la mía.
-No voy al baño –le mentí picada de que me descubriera.
-Como tú digas –respondió ya soñolienta.
Iba a sacarle la lengua pero lo pensé mejor. No sabía que podía haberle dicho U-Know, pero mi hermana había llegado un poco rara a la pieza por lo que algo tuvo que haberle pasado en la habitación con el líder. No iba a pasarme rollos, no. Yo no era Nyzia que tal vez ya creería que Belén tenía algo con U-Know lo que era muy improbable en mi mente pero muy típico de una mente como la de ella. Quizás sólo la había regañado muy duro, cosa que debió recordarle a nuestro padre o algo así. Como fuera, las ganas de ir al baño me estaban matando y era mejor levantarse o podría ocurrir un desastre en ese mismo momento.
Salí de la habitación sintiéndome un poco desorientada al ver todo apagado, pero tenía que encontrar al señor excusado porque de verdad que tenía que usarlo. Tanteé la pared en busca del picaporte de la puerta y cuando lo encontré abrí rápido encerrándome dentro.
No me había dado cuenta de que otra persona ya estaba allí… y no precisamente sentada en el W.C. Tampoco me había dado cuenta que al cerrar la puerta tan rápido la había dejado cerrada por fuera…